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Greenmotion

12/06/2018

Jun 12th, 2018
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  2. P R Ó L O G O
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  4. No tardé demasiado en despedirme, era un viaje más ¿No? Lo típico antes de emprender una nueva incursión a lo largo de la región, acomodar una mochila con Pokéballs, reunir a mi equipo y distraerme un poco antes de emprender la travesía. No necesitaba dar tanto aviso, después de todo en Ysiel podía decirse que yo mismo era una persona completamente independiente que no necesita dar nota de todo lo que hace. Era normal desaparecer por una semana, dos, un mes... Pero esta vez, las cosas no serían del todo normales y a lo mejor estaba a punto de meterme en algo grande, algo distinto a lo que había enfrentado anteriormente. ¿Cuál es la peor amenaza para el ser humano? ¿Es acaso la naturaleza misma una amenaza para nosotros? ¿Peligramos por el cambio climático? A lo mejor, es posible. Sin embargo, luego de este viaje tan particular comprobaría que la frase dicha por muchas personas tiene algo de sentido, mucho sentido: El peor enemigo del hombre, es el mismo hombre. Nosotros, los seres humanos somos la peor amenaza que camina sobre este planeta.
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  6. ─Bueno, creo que está todo listo. Volveré en unas semanas, y si todo sale bien─ Interrumpí, temporalmente mis palabras para codear a mi Greninja, conocido como Sannin ─Con ayuda de este muchacho, traeré mi cuarta medalla.
  7. Mis palabras no tenían un solo atisbo de duda al momento de mencionarlas, Sannin tampoco mostraba signos de duda, no la teníamos. Sería un viaje más, otro complicado viaje en donde buscaría enfrentarme a un entrenador -O entrenadora- De primer nivel y que seguramente no me dejaría las cosas regaladas: Debía ganármelo, como todos ¿No? Así se suponía que sería, pero no. Flammeus era mi objetivo en ese viaje atípico, pero a la vez tan normal. Aproximadamente tomaría siete u ocho horas a vuelo normal, deteniéndome a cada hora para descansar y en caso de ser necesario, permanecería en algún sitio el tiempo suficiente para que Pride, Charizard descanse y así llegar a destino de forma segura. Estaba todo tan calculado, todo tan normal ¿Entonces por qué las cosas tuvieron que tornarse tan complicadas? ¿Creen en el destino?
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  9. S C E N E ' 01
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  11. Con un equipo de seis Pokémon estaba listo para afrontar mi siguiente desafío: El posiblemente complicado y de más decirlo, caliente gimnasio de Flammeus Town me esperaba con la medalla como premio, en caso de salir vencedor, obviamente. Sabía que la dificultad era alta y que no podía esperar llevarme el premio mayor así como así, tan a la ligera. Pero también era plentamente consciente de que a lo largo de todos estos meses había mejorado, mis conocimientos de batalla eran distintos a los que tenía hace seis meses y el camino recorrido había forjado un carácter distinto en mí, en mis compañeros de equipo. Habían pasado muchas cosas y cada tropezón, cada golpe y cada caída sirvieron para fortalecer mi espíritu, nuestro espíritu: Eramos uno, en conjunto no podrían vencernos fácilmente y no teníamos intenciones de dejarle las batallas fáciles a quien sea que fuera nuestro oponente.
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  13. Sabía que el viaje no era mi mayor problema afortunadamente, no lo fue. En cuestión de horas, ocho para ser exacto, había llegado a Flammeus Town y como era costumbre no descendí directamente en la ciudad sino que esta vez sobrevolé sus límites y busqué la entrada principal para descender allí. Al pisar tierra firme como era de acostumbrar, estiré mis músculos bostezando y desperezándome ¿Cuan cansador puede llegar a ser un viaje encima de Pride? No se dan una idea, no es tan cómodo como parece. Aproveché para estirar un poco mis brazos y mi cuerpo en sí, pero por lo pronto algo llamó mi atención en ese momento y también la de Pride. En primera instancia noté como un grupo de personas extrañamente vestidas protegían el perímetro de algo, o alguien ¿Una celebridad a lo mejor? En segundo lugar, pude observar que no se trataba de alguien... Más bien de algo. Una caja de aproximadamente dos metros de alto y uno de ancho era custodiada por personas que al notar mi presencia intentaron cercar un poco más el perímetro y me observaron con cierta hostilidad. Era obvio que no querían verme observar por lo que seguí caminando un poco más y nuevamente... Miradas, algunas personas cerca de lo que parecía ser un “arco” que daba la bienvenida a la ciudad nos observaban desde la lejanía con una mirada que rozaba la duda, la intriga... Como si quisieran alejarse de nosotros ¿Acaso me confundían con alguien más? Necesitaba sacarme la duda. Observé a Pride y me encogí de hombros, haciendo una seña con la cabeza en dirección a las personas y la entrada en sí, ya que la siguiente acción a realizar era meternos a la ciudad. Al acercarme noté que llevaban una vestimenta algo rara, particular. Vestían lo que parecían ser túnicas antiguas de color negro con algunos detalles en rojo y un gran kanji en el pecho cuyo significado desconocía, era más bien una especie de llama ¿Eran a lo mejor un clan de lucha o algo así que representaba a la ciudad? Era probable. Pasé por su lado y saludé con un “Buenas tardes” pero no recibí respuesta, más bien fui ignorado aunque no podía decirse lo mismo de Pride, lo observaron con cierta atención y hasta podían verse gestos de admiración. Pude alcanzar a escuchar algunos “cuchicheos”, la gente hablaba en voz baja y seguramente no tenían muchas cosas buenas para decir sobre mí, sin embargo continué caminando.
  14. Escenas bizarras si las había. No me habían dado una bienvenida así en la ninguno de mis viajes, normalmente me recibían buscando un combate, o con un simple “Bienvenido” pero nada similar a lo que acababa de ocurrir. Era temprano para comenzar a sacar conclusiones, pero esas ropas, esas vestimentas tan particulares no parecían ser la que una personas comúnes y corrientes porten ¿Eran acaso monjes? ¿Pertenecían a alguna religión? Extraño, todo era muy extraño. Pride no estaba muy tranquilo con tanta observación, y no quería que se incomode así que agradecí por su ayuda para venir volando hasta aquí y lo guardé en su Pokéball, merecía un buen descanso. Ya ingresando en la ciudad, Flammeus Town me sorprendía con tantos adornos bien característicos al fuego, una ciudad llena de colores vivos y aparentemente activa... O así la describían, ya que yo no veía tantos movimientos en las calles aunque a lo mejor eso se debía al horario. Parecía una ciudad fantasma.
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  16. Me resigné a la idea de encontrarme con algunos entrenadores locales y pensé que a lo mejor no era mala idea descansar un poco antes de dirigirme rumbo al Gimnasio Fuego: Las aguas termales de Flammeus eran sumamente conocidas y renombradas en otros rincones de la región así que era momento de ir a comprobar en experiencia propia que tan buenas podían llegar a ser. Caminé aproximadamente media hora hasta encontrar el dichoso sitio ya que no era un conocedor de la ciudad, pero nuevamente me encontraba con más sorpresas.
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  18. ─¡No hay caso! ¡Es culpa de esos inserte nombre del grupo malo que enfadaron al fuego sagrado!─ Un hombre de avanzada edad parecía estar con algunos dolores de espalda, sentado en un banquillo de madera mientras tres personas intentaban calmarlo ─A-Abuelo... Por favor, cálmate ¿Sí? No ganamos nada enojándonos por lo que no podemos cambiar, solo queda esperar a la asamblea...─ Una chica aparentemente preocupada, bastante preocupada mejor dicho, hablaba con el anciano intentando calmarlo mientras un hombre bastante mayor que la chica pero no tanto como el anciano, agregaba a la charla ─Ella está en lo cierto, padre. No podemos dar ninguna opinión por el momento, intenta ser paciente y todo se...─ Con un fuerte golpe de palmas en la madera del banquillo, el anciano interrumpió al masculino para hablar en su lugar con un tono de voz bastante elevado ─¡No! ¡No pretendan ignorar la situación! ¡Ellos robaron la Gema de Ho-Oh! ¡Ellos enfadaron a nuestro protector y por ellos, Flammeus caerá en la peor de las desgracias hasta que devuelvan el equilibrio!─ La charla parecía acalorarse cada vez más ¿De qué hablaban exactamente? Era obvio que no podía acercarme y simplemente preguntar, así que me acerqué disimuladamente con intenciones de ingresar al complejo de aguas termales para cumplir con mi “misión” en ese momento.
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  20. ─Si vienes a las aguas termales será mejor que no pierdas tu tiempo, están cerradas hasta nuevo aviso.
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  22. La voz de la tercera persona que estaba alrededor del anciano se había hecho oir al verme cerca de la entrada. ─No tenemos información al respecto, sólo puedo contarte que las aguas termales perdieron sus propiedades y ahora no son más que pozos con agua fría y de apariencia horrible─ Una mujer de unos aproximadamente treinta años intentaba reconfortar al anciano que apretaba con fuerza sobre sus rodillas, resignado. Era obvio que toda esa charla anterior tenía que ver con las aguas termales ¿Pero quienes eran ellos en particular? ─Ya veo... Muchas gracias por la información. ¿Acaso también son clientes?─ Pregunté sabiendo que a lo mejor ellos no eran clientes y así podría husmear un poco más en la situación. ─No, mi abuelo es dueño de las aguas termales, mejor dicho... Nuestra familia es dueña.
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  24. Ahora entendía todo un poco mejor, comprendía la razón por la que ese pobre anciano estaba tan enfadado, perder un negocio familiar debe ser difícil sin importar las razones. No comprendía sin embargo, que tenían que ver esos del supuesto grupo llamado Nombre del grupo malo ¿Eran una nueva organización criminal o algo por el estilo? Si ese era el caso, a lo mejor podía darles una mano. ─Comprendo, gracias por confiar en mí pero...─ Sin poder completar mi oración, el anciano interrumpió alzando la voz ─¿Por qué le cuentan? ¿Cómo pueden confiar en un desconocido que viene tan amablemente a las aguas termales? ¡Todo el mundo sabe que no están disponibles! ¡Es de Grupo malo y viene a mofarse de nosotros! ¡Largo de aquí desgraciado!─ El anciano se puso de pie, con claras dificultades y buscó observarme con hostilidad mientras sus acompañantes intentaban contenerlo.
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  26. La gente podía ser bastante rara en las nuevas ciudades que descubría, aparentemente había algún tipo de problema en Flammeus, algo de lo que yo no tenía ninguna información al respecto y obviamente tampoco tenía nada que ver ¿Qué ocurría con este anciano? ─No sé con quien me confunde pero... Soy un visitante de esta ciudad, ni siquiera vivo aquí─ Alcancé a decir sin que el anciano pueda escucharme ya que seguía atacando verbalmente, hasta que a lo mejor pudo escuchar que no era ciudadano de Flammeus y a lo mejor decidió callarse por eso. ─Como le decía, provengo de Ciudad de Invel y vine hasta aquí en búsqueda de una medalla de gimnasio, aproveché la ocasión para descansar en las aguas pero... Como me informaron, no están disponibles. Seré rápido... ¿Qué ocurre aquí? Perdón por meterme en asuntos que no me conciernen, pero suena serio─ El anciano carraspeó e intentó disimular su vergüenza mientras la mujer de treinta años y la más jóven buscaban tranquilizarlo un poco más al darle algunas palmadas en la espalda para hacerlo tomar asiento. Sin embargo no fue el anciano quien habló esta vez, sino la mujer mayor ─Aquí no, jóven. Debemos entrar a la casa... Flammeus es una ciudad grande, pero a la vez pequeña. Ellos pueden escucharnos hablar─ Parecía ser que no me equivocaba ¿Asuntos internos en Flammeus? Estaba a punto de escuchar la historia, estaba a punto de entrometerme en algo más grande de lo que esperaba encontrar en esa ciudad.
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  28. S C E N E ' 02
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  30. Luego de esa acalorada discusión por parte del supuesto dueño de las aguas termales, accedí a la invitación de la mujer para entrar a dicho sitio y allí hablar a escondidas de vaya a saber quien o quienes sobre lo que estaba ocurriendo en la ciudad. Pensaba dentro mío que a lo mejor había problemas con un pequeño grupo de criminales, o con alguna organización que comenzaba a emerger... Sin embargo, una vez más me equivocaba ya que Flammeus escondía secretos mucho más significativos de lo que esperaba. ¿Religión? ¿Política? ¿Leyendas? Eso y mucho más estaba por descubrirse gracias al testimonio de una familia que había sido robada, les habían robado algo cuyo valor simbolizaba muchísimo más que cualquier suma monetaria. La historia de Flammeus, o más bien esos supuestos rumores, decían que en la ciudad un “Protector” se encargó de entregar por si mismo dos elementos cuyo significado era más bien simbolizar la unión entre la ciudad, Flammeus debía expandirse como se expande una pequeña chispa entre las hojas secas... Hasta convertirse en un gran incendio. Esos dos elementos eran conocidos como Las Reliquias y fueron entregados a dos personas responsables, elegidas por el mismísimo protector hace ya muchos años, más de quinientos. El equilibrio debía ser respetado y todos los ciudadanos de Flammeus eran responsables de respetar la decisión que aquel protector que tanta prosperidad había traído a la ciudad les había exigido: Debían permanecer unidos, el egoísmo no debía cegarlos y no usarían su fuerza para participar de guerras sin sentido ni luchas contra el más débil, debían ser una ciudad ejemplo. Sin embargo y como suele ocurrir, a veces las personas no pueden ponerse de acuerdo fácilmente.
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  32. Con el paso de los años, esas dos personas comenzaron a separar sus caminos y formaron dos grupos que bien podían definirse como grupos políticos, cada uno con diversas ideologías. Uno de los grupos simbolizaba a la elite, la alta jerarquía de sus miembros y su alto poder adquisitivo lo definían como ese grupo que todo podía conseguirlo gracias al dinero, y el dinero trae consigo mucho poder. Se decía al respecto de ese grupo, que entre sus miembros también hubo históricamente grandes entrenadores, entre ellos muchos llegaron a pertenecer a esa elite que heredó el liderazgo del Gimnasio Pokémon en la ciudad. La ideología de este grupo tan particular no separaba al resto de ciudadanos de Flammeus, pero tenían ciertos pensamientos con el resto de ciudades que rozaba la discriminación. No querían recibir nuevas familias provenientes de otras ciudades, pueblos o estados. Tampoco estaban de acuerdo con que el liderazgo del Gimnasio Pokémon sea llevado a cargo por un entrenador de “Clase Baja” sin importar sus cualidades como entrenador o como persona. Era obvio que ese grupo no se llevaría bien con la mayoría popular, es decir la del otro grupo.
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  34. Un segundo grupo, conformado por voces más populistas e incluyentes se alzó liderado por el portador de la segunda reliquia, mejor dicho: Por su portadora. Una mujer con alma noble y espíritu de fuego que buscaba “expandir la llama” no sólo por todo Flammeus sino más bien por toda la región. Sus ideas eran más inclusivas y no estaba de acuerdo con que todos los altos cargos jerárquicos pertenezcan al primer grupo Político mencionado. El poder que ese primer grupo quería adquirir era demasiado, dejando de lado al segundo grupo ya mencionado de todo tipo de acciones políticas significativas para la ciudad: Tales como la votación de alcaldes y otro tipo de representantes políticos. Flammeus no estaba bien representada por ese primer grupo, así se ganó el rencor y rechazo de otras ciudades. Obviamente el primer grupo no tenía problemas con ello, pero los sectores populares de la ciudad necesitaban de otros comerciantes para llevar a cabo sus negocios, necesitaban negociar con otras ciudades que poco a poco les dieron la espalda. Así estalló el primer conflicto.
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  36. ─¿Y qué se supone que ocurrió en el primer conflicto?─ Pregunté con bastante interés mientras apoyaba ambos codos sobre la mesa y observaba a la mujer que contaba la historia de la ciudad, mientras también la escuchaban el anciano y las dos personas restantes que permanecían cerca suyo. ─ Un intento de guerra civil, el sector popular se alzó contra los altos cargos y estos respondieron. Obviamente la minoría era poderosa gracias a sus entrenadores de elite, pero el pueblo actuó como unidad y así equilibraron la balanza. Sin embargo esa guerra civil estaba destruyendo a Flammeus desde dentro, traicionando así todo principio e ideal que nuestro protector había dejado como legado. Así fue como Flammeus casi desaparece, pero no fue así gracias a quien te mencioné anteriormente. Él apareció, tomó su papel de mediador y finalizó el conflicto─ Esa respuesta claramente me dejaba más dudas al respecto ¿Quién era el mencionado “Protector” “Mediador” ¿Quién era “él”? ¿Como finalizó así de “fácil” un supuesto conflicto bélico-civil? ─Comprendo. ¿Y cómo era su nombre?─ Allí fue cuando la mujer sonrió cerrando el libro que leía con ambas manos, para hacer sonar el característico sonido de cierre en dicho objeto. ─No lo sabemos, algunos dicen que era un mago o un entrenador sumamente poderoso y de más decir, Legendario. Otros rumores dicen que no era humano. Pero eso son sólo rumores.
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  38. ─Ya veo, muy interesante pero sigo teniendo muchas dudas... Supongo que es más de lo que puedo saber ¿No es así?
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  40. Mis dudas eran muchas, pero ahora que escuchaba la historia que esa mujer contaba podía suponer que a lo mejor, sólo a lo mejor, esta familia tenía algo que ver con todo este aparente lío político en Flammeus. Me apenaba ver como una ciudad tan renombrada en la región tenía tantos problemas que no llegaban a otras ciudades ¿Cómo no me había enterado de estos momentos que estaba pasando una ciudad así? Aparentemente estaban en lo cierto al decirme que ese supuesto grupo de elite pretende alejar a esta ciudad del resto... Era esa la razón por la que mi llegada a este lugar no fue bien recibida. ─Lamento ser un poco molesto con mis preguntas, pero hay algo que quiero saber ¿Por qué me recibieron aquí?─ Mi pregunta tenía una respuesta conocida, supuestamente conocida. Sabía que esta familia al menos de momento aparentaba ser distinta a lo que pregonaba -Supuestamente- El otro grupo político de la ciudad. Sabía que quizás eran buenas personas pero lamentablemente no podía confiar demasiado... Debía asegurarme.
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  42. ─¿Acaso no confías en nosotros? Es entendible, a ese punto hemos llegado después de todo... Si ni siquiera entre ciudadanos de un mismo vecindario podemos confiar. Te recibimos aquí porque mi suegro se alteró un poco contigo, llámalo hospitalidad. No malinterpretes las cosas, que te cuente un poco sobre la actualidad de Flammeus no significa que espere una solución viniendo de tí. Con que cuentes en otros lugares de lo que fuiste testigo, alcanza para mí. Nadie sale de Flammeus con tranquilidad si es que ellos te buscan... Aún no te vieron con nosotros, o eso espero. Caso contrario, por favor ten mucho cuidado ¿Entendiste?
  43. Si esa mujer pretendía asustarme o al menos buscar que me ponga en una actitud más precavida, lo había logrado. ¿Qué rayos le pasaba a esta ciudad? ¿Desde cuando una ciudad albergaba un conflicto político tan alejado de la región en sí? No estaba preparado para esto, no era mi objetivo ya que despues de todo era un simple entrenador ¿Qué debía hacer?
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  45. ─Basta, Margo. Estás asustando al muchacho ¿Desde cuando buscamos asustar a los visitantes?─ El otro hombre, el de mediana edad intentaba calmar los ánimos y ponía fin al momento de tensión y duda. ─Muchacho, lo que ha dicho mi esposa no son mentiras. Sin embargo no tienes nada que ver en este asunto y mañana podrás marcharte con tranquilidad, no habrá aguas termales por un buen tiempo así que deberás volver en otra ocasión─ El hombre parecía convencido de sus palabras ¿De verdad estaba todo bien como para que pueda marcharme? Era cierto, no había hecho nada malo después de todo. ─Comprendo, sin embargo no vine exclusivamente para eso. Debo hacerle una visita al Gimnasio Fuego─ Y allí en ese preciso instante de nombrar esas palabras, fue cuando el anciano nuevamente hizo notar su voz.
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  47. ─Acaso... ¿Eres entrenador Pokémon?
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  49. Pudo notarse cierto entusiasmo en el anciano, como si de repente se le hubiera dado una muy buena noticia. ─Cuantas... ¿Cuántas medallas de Gimnasio tienes? Si tienes varias, puedo suponer que eres un entrenador habilidoso y podrías darnos la ayuda que necesitamos, somos varios los...─ De repente, la mujer interrumpió las palabras del anciano. ─¡No! ¡Acabamos de decidir que él no debe intervenir! No es ciudadano de Flammeus, no tiene por que meterse en un lío como este a esa corta edad... Lo siento abuelo, pero no podemos entrometerlo en este asunto ¿No te das cuenta que es sólo un adolescente?─
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